Desde hace algunos años, nos hemos acostumbrado a tratar con máquinas. Uno llama a un
amigo, y contesta una máquina, que amablemente invita a dejar un mensaje. Los trámites
( bancarios, de solicitud, reclamo, o baja de los servicios, ante los Organismos del Estado ),
etc", que antes se realizaban personalmente, hoy se resuelven via telefónica, o por Internet.
Nuevamente establecemos una especie de conversación maquinal, que nos facilita el recurso,
en si. Y así, otras situaciones cotidianas, donde la máquina reemplazó al hombre.
El hombre en nuestra relación con las máquinas aparece cuando uno quiere establecer un
contacto más humano, porque se transforma en una conversación unipersonal. La máquina,
está programada para responder ante determinadas entradas con determinadas salidas , y
listo.
Nada puede modificar la relación causa efecto en la máquina.El asunto, es que nosotros so
mos humanos, y lo que nos diferencia, es nuestra capacidad de razonar, es decir" identifi
car conceptos, cuestionarlos, hallar coherencia o contradicción entre ellos, y así inducir o
deducir otros distintos de los que ya se conoce, según el diccionario. Por ello la relación de
causa efecto, es una de las tantas herramientas que posee la razón humana para sortear ,
las dificultades que se le presentan, pero no la única.
El problema que nos suscita la máquina es que muchas veces, nuestra razonabilidad plantea
cuestiones que requieren una solución distinta a la programada. Entonces con suerte , y si la
máquina, nos dá la opción, podemos comunicarnos con otro ser humano. Ahora bien, el pro
blema real más serio de todos acaece cuando la persona que nos atiende, está tan automati-
zada como la máquina, ¿ que significa esto ?. Que a nuestras inquietudes que caen por fuera
de la rutina establecida, no pueden contestar sino con las mismas respuestas que las progra
gramaron. Es decir, son incapaces de contestar razonablemente, que no significa otra cosa ,
que poder identificar el concepto y generar uno distinto del que se planteó, o para ser aún
más gráfico, a una pregunta con sentido, poder contestar con una respuesta con sentido..
Parece que los hombres de hoy, estamos perdiendo esa capacidad, que es justamente la que
nos diferencia de las máquinas. La pregunta, es ¿ estaremos más cerca de ser máquinas o,
somos humanos ?
SANTA FE, 26 de Febrero de 2009- Juan
miércoles, 25 de febrero de 2009
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