viernes, 10 de julio de 2009

""EL CARRO DELANTE DEL CABALLO ""

Cada vez que la naturaleza nos sorprende con un comportamiento excepcional, la capacidad de reacción de quienes deberian encabezar la resistencia es casi nula. Experiencias sobran y algunas nos son muy cercanas y siempre, con movimientos espasmódicos, cada sector, cada región, cada institución, hace lo que cree correcto o necesario para paliar la coyuntura.

En medio del fárrago se improvisa, se contradicen órdenes, o se replican prevenciones. No hay una cabeza que organice, falta un equipo que se asesore, que se extructure e imparta órdenes generales, únicas y concretas. La gripe A, desnuda otra vez la improvisación como exclusivo método utilizado por quienes tienen a su cargo la resposabilidad de proteger a la sociedad, poniéndose al frente de los problemas del destino común fueron capaces de priorizar una contienda electoral a la salud pública.

El uso de antivirales, de barbijos, de desinfectantes difiere de acuerdo con quienes difundan las recomendaciones.Se suspendieron las clases pero siguieron congregando gente los cines, peloteros, confiterias, los boliches, y el fútbol. Algunos distritos clausuraron aulas, pero no lo hicieron los vecinos.Hay protocolos, a partir de experiencias semejantes en otros lugares, que solo debieron ser adptados y, sin embargo, se los ignoró.

Se tomó parte de unos, y pedazos de otro, y se saló a confundir, y a atemorizar a la población, Hoy nadie sabe con más o menos certeza cuantificar, la peligrosidad de la pandemia, entre los profesionales aparecen posiciones encontradas y algunos medios informativos aportan una dosis de irresponsabilidad al divulgar datos inexactos, o no chedqueados.

Como pasó con las inundaciones, todos quería ayudar, pero no sabían como. La gente se intranquiliza cuando busca y no encuentra elementos recomendados para prevenir, mientras que quienes los venden, aumentan su precio y nadie los controla. Las pérdidas humanas y económicas son muchas y con el correr de los dias , la improvisación, no ha sido erradicada. A todo esto, las larvas del mosquito vector del dengue, se conservan en vida latente, por lo que si, la suerteno nos ayuda, volveremos a sufrir el embate de las enfermedades, en unos pocos meses, apenas el calor asome.

Y otra vez estaremos huérfanos de certidumbres, tratando de protegernos solos, cada uno como pueda, y rogando zafar de la contingencia porque, en nuestro pais siempre "EL CABALLO CAMINA DETRÁS DEL CARRO.

Santa fe, Julio 11 de 2009 - Juan

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